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Por Dr. Luis Ernesto Pérez Ramírez
De 5 en 5…
El promedio de personas fallecidas en Tlaxcala en 1 mes, según los datos oficiales de la Secretaria de Salud, revela que 5.5 personas diarias perdieron la batalla contra Covid-19, datos que aún deben generar alarma en la población Tlaxcalteca, pues si bien parece una fracción de un total de 1166 defunciones y un acumulado de positivos de 7624 en todo el estado, hasta el primero de octubre, nos debe generar conciencia el número de sospechosos y por supuesto el número de personas infectadas asintomáticas no identificadas.
Muchos estarán pensando sobre el ¿Por qué nuestro estado se encuentra en semaforización amarilla?, las familias Tlaxcaltecas se mantienen del trabajo y esfuerzo diario, eso quiere decir que como muchos de nosotros –si no trabajo, no como-; es por eso que los esfuerzos del Gobierno del estado están destinados a favorecer áreas seguras de trabajo (Formal e Informal), y la protocolización temprana y tratamiento a esta enfermedad que cada vez es más nuestra.
Todo parece indicar que los protocolos implementados por la Secretaria de Salud han dejado números positivos, en comparación con otros estados de la República, lo que permite que de un universo hipotético de 100 pacientes con Covid-19 que antes se ingresaban a hospital con diagnostico positivo pero asintomáticos o con sintomatología leve puedan estar con seguimiento domiciliario y que inversamente proporcional al día de hoy, solo se ingresen a aquellos que presentan sintomatología grave y/o complicados, lo que facilita el arduo trabajo de los profesionales de la salud (Médicos, Enfermeras, Camilleros, Personal de servicio, Administrativos, Comedor etc.).
Es importante mencionar que el número de camas disponibles en los nosocomios dedicados a la atención Covid-19 y tengan oportunidad de recibir a pacientes en estados críticos, es un medio colaborativo entre la atención de primer nivel y la aceptación de la ciudadanía que fortalece las medidas sanitarias.
Sigamos demostrando que la participación ciudadana fortalece al sistema de salud, que el trabajo coordinado y bien direccionado llega desde el capacitador hasta el más vulnerable integrante de la familia para mejorar las condiciones generales, demostremos capacidades de mejorar nuestro entorno; seamos participantes de los servicios que están a nuestra disposición y no seamos espectadores.
Recordemos que tenemos los servidores públicos y representantes en el gobierno que nos merecemos, y de no hacernos presentes con la voz pública, voto, organización u otro, no cambiaremos los destinos de nuestra comunidad.
¡LA PANDEMIA AÚN NO TERMINA! ¡AÚN PODEMOS PROTEGER A LOS NUESTROS!