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Por: Dr. Luis Ernesto Pérez Ramírez
Por un México Sin Obesidad
Recientemente se ha publicado un incremento en la tasa de obesidad en México de casi 4%, de 2012 a 2019, pasando de 71.3 % a 75.2 %, y no es un tema que debería impresionarnos, todo lo contrario, es un tema que debería ser evaluado desde el núcleo familiar secundario a que la población en general ha adoptado de manera irresponsable hábitos de conducta y alimentarios que ponen en riesgo su vida.
No está por demás mencionar que la obesidad es una antesala a enfermedades crónico degenerativas como la diabetes e hipertensión que de manera consecuente y de no ser atendida a tiempo desencadenan en otras enfermedades que restringen las actividades del portador, tales como la insuficiencia cardiaca, hígado graso y muchas otras que disponen a un paciente a limitar su autonomía a una cama.
Consideremos lo siguiente; casi en su totalidad el servicio público eroga en su totalidad en gastos de tratamientos de enfermedades de este tipo, y considerando que el número de consultas en sector público, por turno seria de 24 consultas por médico, en un horario de ocho horas, los paciente en consulta en un centro de salud solo les alcanzaría a ver seis pacientes con etiologías distintas por turno.
Esta es la verdadera cara que el servicio médico debemos hacer entender a la población; es un tema cultural, es un tema de poner las manos a trabajar, pues es cierto que todos tenemos derecho a recibir consulta digna, pero lo más importante como población es, si tenemos la misma voluntad para exigir servicio médico como para mejorar nuestros hábitos, le daríamos oportunidad a más gente de ser atendida.
Comer de manera saludable es uno de los pilares principales para evitar la obesidad, complementada con actividad física de por lo menos 15 a 30 minutos al día, ya que esto mejorará en la capacidad de movimiento corporal, así como del trabajo cardiovascular.
Y, como dice el Presidente de la República: ¨comer menos es comer mejor¨ y no se equivoca; el que come menos, raciona mejor sus alimentos y contempla grupos alimentarios para tener una comida balanceada. No me crean a mi créanle al Presidente Andrés Manuel.
Para terminar, agradezco el tiempo atendido a leer estas columnas, considerando el punto de vista de su servidor, teniendo en cuenta que no todo aquel que se juzga tiene la culpa y no todo aquel que es felicitado hace todo el trabajo.
La medicina es la única profesión universal que en todas partes sigue los mismos métodos, actúa con los mismos objetivos y busca los mismos fines. (Sir William Osler)