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Por: Dr. Luis Ernesto Pérez Ramírez

Seguridad y salud

Cuenta la leyenda que en Tlaxcala, pero sobre todo en Calpulalpan, se daba atención médica con calidad y calidez, y es que no es novedad en nuestra región y en nuestro municipio, que la atención médica, a través de las dependencias, sobre todo en la Secretaria de Salud, ha disminuido de manera considerable.

Cada vez hay menos medicamentos, los médicos no pueden desarrollar sus actividades por falta de material, se debe diferir una cirugía por falta de médico y sobre todo, las personas quienes nos pueden resolver en nuestros centros de sanidad mal llamados hospitales, el paciente y sus familiares en búsqueda de sanar sus malestares se encuentran con la barrera del desconsiento del personal de salud y de quien lo administra.

Y pueden llamarle intendente, enfermera, psicólogos, trabajadoras sociales, todo el grupo que conforma una unidad de salud, pero debemos reconocer que de manera real, quien debe asegurar que los servicios se desarrollen con normalidad es la gestión de un directivo capaz y empático con las labores generales del nosocomio, ser más que una persona que despache desde un escritorio y firme recetas u oficios innecesarios o carentes de utilidad, en donde simplemente no se han gestionado los recursos, en donde simplemente no hay voluntad de generar espacios de seguridad para el personal de salud.

Necesitamos una persona que no le tiemblen las rodillas para hablar con un secretario de Salud, un presidente municipal o un diputado, para mejorar las condiciones laborales y de bienestar en general para dignificar el trabajo.

Y es que tenemos un directivo que se le ha olvidado que la única razón por la que está en ese asiento es para ayudar a que la relación médico-paciente fluya de manera armoniosa en razón de la salud del enfermo.

La necesidad de un ciudadano activo que reaccione de manera positiva en favor de su comunidad es vital para que los servidores del pueblo hagan su trabajo, llámese director del hospital o funcionario de cualquiera de los órdenes de gobierno, debemos recordarles que sus empleos están a la orden del ciudadano, para ser atendido y escuchado.

Necesitamos gente organizada con el valor de defender lo que por derecho le pertenece.

Hoy México, Tlaxcala y Calpulalpan no necesitan un servidor de oficina o de fotografía, necesitamos voluntades que exijan de manera coherente un mejor lugar para vivir y para trabajar.

Hoy necesitamos ponernos la camiseta de la comunidad y solicitar mejores condiciones, donde laboren nuestros servidores.

Recordemos que ¨mejores espacios mejoran nuestras vidas¨.

¨QUE EL TIEMPO SEA EL MEDICO QUE CURE AL HOSPITAL DE SUS VIRUS, BACTERIAS Y PARASITOS¨