*Se mantiene el uso obligatorio de cubrebocas para operadores y usuarios dentro de las unidades*

La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) mantiene la supervisión permanente en las unidades de transporte público para que se respete el uso obligatorio de cubrebocas y la sanitización de los vehículos, luego de que el Consejo Estatal de Salud aprobara nuevas disposiciones para contener el contagio del virus SARS-CoV-2 (Covid-19) en el sector público y privado, entre las cuales se encuentra el aforo permitido del 100 por ciento del cupo autorizado y respeto a las medidas de salud.

Por lo que la dependencia estatal, a través de los inspectores, supervisa que los operadores trasladen en sus unidades a los pasajeros autorizados en sus respectivas tarjetas de circulación y no llevar sobrecupo, además que todas las unidades deberán estar ventiladas y sanitizadas cada vez que inicien sus labores y cada vez que lleguen a su base, realizando la misma operación antes de reiniciar cada recorrido de su ruta.

La dependencia estatal informó que la supervisión a las unidades de transporte público se realiza de manera permanente en todas las rutas del estado; sin embargo, desde el inicio de la presente administración, se ha reforzado la inspección para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias emitidas por las autoridades de salud, por lo que es indispensable no relajar las medidas de protección y cuidado.

En este sentido, la dependencia estatal dio a conocer que a la fecha se han infraccionado a un total de mil 198 operadores de transporte público por infringir el Reglamento de la Ley de Comunicaciones y Transportes del Estado de Tlaxcala, entre las cuales 368 han sido por no utilizar el cubrebocas mientras se encuentran prestando el servicio y 292 más por sobrecupo, el resto han sido por falta de licencia tipo A, falta del seguro del viajero, uso de polarizado, prestar el servicio sin autorización o en la modalidad y ruta no autorizada, entre otros.

De esta forma, la institución refrenda su compromiso con la ciudadanía de mantener la supervisión de todas las unidades de transporte público sin distinción alguna, a efecto de que las mismas brinden un servicio seguro y eficiente, atendiendo la necesidad ciudadana y salvaguardado en todo momento su salud e integridad.