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Cientos de familias que se dedican a las labores del campo festejaron a San Isidro Labrador, en una capilla que fue construida en su honor, al norte de la cabecera municipal de Sanctórum
Manuel MORALES
Al igual que lo hacen desde hace dos décadas al llegar el 15 de mayo, en un acto de fe, cientos de familias que se dedican a los trabajos del campo se dieron cita en el paraje conocido como San Isidro Labrador, en Sanctórum, con el fin de pedir al santo para que obtengan buenas cosechas en el ciclo de temporal primavera-verano 2019.
En la capilla que se ubica en pleno monte, al norte de la cabecera municipal, tuvo lugar una misa en honor a San Isidro Labrador, donde pobladores pidieron al santo de los agricultores para que les dé frutos en la cosecha y que no falte agua en este ciclo de temporal, ya que a esta fecha aún no llueve y se retrasaron los trabajos de siembra de granos de maíz, trigo y cebada.
Posteriormente inició una verbena popular amenizada por un grupo de mariachi, para continuar con un baile popular amenizado por Urbano Lizaola y su Líder Negro, así como la participación de Uriel Lizaola y su Leggado Norteño, los cuales fueron contratados por el comité de feria que encabeza Osvaldo Torres Juárez, con apoyo del ayuntamiento de Sanctórum.
Más tarde, cientos de familias se apostaron en diferentes lugares del paraje, donde encendieron fogatas a base de leña y anafres para elaborar alimentos, por lo que el festejo fue similar a un día de campo de grandes dimensiones, donde las familias ofrecieron de comer a invitados, así como a las personas que llegan de improviso.
El alcalde de Sanctórum, Enrique Rosete Sánchez, comentó que el 15 de mayo de cada año se forma un comisión de vecinos, quienes se encargan de organizar la festividad del año siguiente, además de que el recurso sobrante de esta celebración se destina para mejorar la capilla, por lo que la administración municipal colabora con los pobladores, para que no se pierda esta tradición.
Decenas de agricultores arribaron al paraje San Isidro Labrador, en Sanctórum, donde formaron maquinaria agrícola para ser bendecida por el sacerdote
Manuel MORALES