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La noche de este ocho de marzo, artesanos de la pólvora de Sanctórum, iluminaron el cielo con miles de luces multicolores, en la celebración en honor a San Juan de Dios, Santo Patrono de la pirotecnia

 

Manuel MORALES

Como ya es tradición cada ocho de marzo, decenas de familias de la región norponiente de la entidad se dieron cita en la población de Sanctórum de Lázaro Cárdenas, para presenciar la quema de castillos pirotécnicos y fuegos artificiales que donaron tres artesanos de la pirotecnia, en un acto religioso y de fe, en honor a San Juan de Dios, Santo Patrono de los artesanos de la pólvora.

Para los artesanos de la pirotecnia de esta localidad, trabajar a diario en la elaboración de artificios pirotécnicos representa poner en riesgo su vida de manera constante, sin embargo, el oficio es un legado de pasadas generaciones que permite subsistir a un 70 % de la población que bien puede elaborar desde un vistoso castillo, así como un piro-musical compuesto por cientos de miles de luces multicolores, hasta bombas que desprenden en el cielo destellos de vistosos colores, cohetones o juguetería.

En esta festividad religiosa, los artesanos Gabriel Zavala Arauz y Gregorio Montaño Zavala, así como propietarios y empleados del taller San Juan de Dios, donaron tres castillos, una portada y dos piro-musicales, así como más de 500 bombas, 500 candelas y más de mil 200 mono tiros, los cuales permitieron apreciar la imagen del Santo Patrón y figuras como una revolvedora, un tractor agrícola y piezas en bulto que fueron quemados en el atrio de la Parroquia de la Virgen de Guadalupe.

El presidente de la comisión de festejo, Rosalio Carmona Torres, afirmó que la necesidad de salir adelante en una comunidad que carece de fuentes de empleo obliga a las personas a aprender el oficio de la pirotecnia, por lo que hay artesanos con más de 20 años de experiencia en este oficio, el cual surgió en la población a principios de los años 70, por lo que es una raíz muy grande y un arte que no cualquiera puede hacer.

Detalló que para iluminar el cielo de colores es importante seguir los procedimientos y así evitar accidentes, por lo que el primer paso es no admitir menores de edad por ser un trabajo de alto riesgo, así como contar con cinco o seis personas debidamente capacitadas para elaborar un castillo, ya que son quienes se encargan de armar la luz que forma e ilumina las figuras.

Dichas personas también se dedican a elaborar los impulsores o cañas, como le llaman algunos artesanos, pues estas piezas hacen girar las figuras, además de que preparan la mecha que les permite encender las piezas del castillo por partes y se encargan de armar bombas, candelas y algunos objetos aéreos de iluminación.

Explicó que un castillo puede contener figuras planas de dibujo, en bulto y mecanizadas, por lo que se elabora con un promedio de cinco mil luces en adelante, pues esto es de acuerdo al tamaño de la torre y un castillo de más de 12 metros de altura puede llegar a tener cerca de ocho mil luces.

Expresó que el tiempo que tardan en elaborar un castillo va de acuerdo al clima, pues en días soleados tardan una semana para llenar la luz, hacer la mecha para que se seque y forrarla, así como armar la pasta de colores para las bombas, cargarlas, forrarlas y llegar a su término.

Trabajo de alto riesgo 

Aseguró que se trata de un trabajo de alto riesgo para la vida de los trabajadores, por lo que los artesanos tienen más de dos décadas de experiencia en el manejo de sustancias químicas y saben que el mal manejo de ese material se traduce en accidentes, ya que son materiales que en su composición puede haber un choque, pues en lo que es química, un material atrae a otro y viene un calentamiento, donde pueden prenderse por sí mismos.

Aseguró que en los talleres cuentan con barras de descarga electromagnética para descargar el cuerpo de los trabajadores de energía, pues a veces el azufre es una de las sustancias principales que puede generar una chispa que termina en explosión.

Dijo que los jóvenes de las nuevas generaciones reciben capacitación en el manejo de sustancias químicas, ya que uno de los componentes más peligrosos es el trueno, de ahí que les enseñan cómo lo van a manejar, como lo van a preparar y hasta donde lo pueden golpear, pues se trata de un material que reacciona violentamente y con poca fricción se activa inmediatamente y puede terminar en explosión.

Economía

El artesano Carmona Torres, comentó que en el aspecto económico, la comunidad cuenta con gente que ha progresado mediante el manejo de artificios, por lo que Sanctórum es el número uno en producción y manejo de artículos pirotécnicos, ya que en diferentes temporadas del año representa un ingreso potencial que permite a un 70 % de los pobladores subsistir de este oficio.

Mencionó que no se les dificulta la comercialización del producto, ya que cuentan con permisos expedidos por la Secretaría de la Defensa Nacional, así como supervisión por parte del Instituto Estatal de Protección Civil y medidas de seguridad para poder comercializar como se debe.

Agregó que “yo le digo a la gente que no se espante con la pirotecnia, pues en la vida cotidiana estamos expuestos a cualquier accidente y conocemos a mucha gente que ha sufrido quemaduras con fuego producido por gas doméstico, por lo que el accidente surge cuando hay manejo inadecuado de sustancias de riesgo”.

Con la imagen de San Juan de Dios al centro, cientos de visitantes y vecinos apreciaron la quema de castillos y piro musicales, en la parroquia de la Virgen de Guadalupe

Manuel MORALES